El secreto de Elqui yace no solo bajo nuestros pies, sino además sobre nuestra cabeza. Al mirar hacia arriba al orden que ofrecen las estrellas queda claro que aquí, la palabra territorio es la conjugación de tierra y firmamento.

Dicen que cada estrella es una palabra. Un mensaje con complejidades cromáticas, riquezas táctiles y melodías xilofónicas irrepetibles.

Dicen en el norte que existe un portal. Un puente cóncavo convexo en la membrana del firmamento, donde divinidad y humanidad comulgan. Y donde información y comprensión hacen sinapsis.

Las constelaciones son oraciones, las galaxias son capítulos y el universo es el relato completo: la historia sin fin de la geometría sagrada mediante la cual lo celestial conversa con lo terrenal.

Una crisálida en que las coordenadas cardinales constelan unas con otras las ideas de la planimetría celestial en una metamorfosis estelar. Dicen.